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¿Qué es la marcha en el atletismo?
La marcha en el atletismo es una disciplina que consiste en caminar a ritmo acelerado, manteniendo siempre un pie en contacto con el suelo. Es una disciplina muy técnica que requiere de una buena técnica y una gran capacidad de resistencia.
Se incluyó en los Juegos Olímpicos de Londres en 1908. Desde entonces, ha sido una de las disciplinas más populares en las competiciones atléticas.
Técnica de la marcha atlética
En la marcha atlética, los atletas deben caminar a un ritmo constante, manteniendo siempre un pie en contacto con el suelo. La técnica correcta consiste en mantener una postura erguida, con los brazos relajados y oscilando naturalmente a lo largo del cuerpo.
¿Cuáles son los tipos de marcha en atletismo?
Existen dos tipos de marcha en el atletismo: la marcha atlética y la marcha nórdica. En la marcha atlética, el corredor debe mantener siempre en contacto con el suelo y su postura debe ser erguida. En la marcha nórdica, se utiliza un movimiento de bastones que ayuda a impulsar al corredor, permitiéndole mayor velocidad y menor esfuerzo físico. Ambas disciplinas son excelentes opciones para mejorar la salud cardiovascular, aumentar la resistencia física y mejorar la coordinación.
¿Cuántos kilómetros tiene la marcha?
En las competiciones de marcha atlética, las distancias varían según la categoría y el género de los participantes. En la categoría masculina, las distancias oficiales son de 20 y 50 kilómetros, mientras que en la categoría femenina las distancias son de 20 kilómetros. El tiempo y la técnica son fundamentales para poder terminar la carrera y obtener un buen resultado.
¿Cuáles son las 4 fases de la marcha atlética?
La marcha atlética consta de cuatro fases: la fase de apoyo doble, la fase de tracción, la fase de apoyo simple o «relajación» y la fase de impulso. Durante la fase de apoyo doble, ambos pies están en contacto con el suelo. En la fase de tracción, el pie trasero se levanta del suelo y se mueve hacia adelante para colocarse debajo del cuerpo. La fase de apoyo simple, también conocida como «relajación», comienza cuando el pie trasero toca el suelo y el peso del cuerpo se traslada hacia ese pie. Finalmente, en la fase de impulso, el pie trasero se levanta del suelo y se empuja hacia adelante para impulsar el cuerpo hacia adelante. Es importante que los atletas dominen estas cuatro fases para lograr una buena técnica y mejorar su rendimiento en la marcha atlética.
Conclusión
En conclusión, la marcha atlética es una disciplina del atletismo que se realiza a pie y consiste en avanzar lo más rápido posible sin correr. Es una actividad física muy completa que implica trabajar diferentes grupos musculares y mejorar la resistencia cardiovascular. Además, existen diferentes tipos de marcha y se compite en distintas distancias, por lo que es una disciplina muy versátil. Si quieres iniciarte en la marcha atlética, es importante que cuentes con un buen entrenamiento y técnica adecuada para evitar lesiones. ¡Anímate a probarla y disfruta de todos sus beneficios!